Baño de Luz, celebración del solsticio de invierno
sábado 21 de diciembre, 17:30hs
con Carola y Hermine
El 21 de diciembre, día del solsticio de invierno, celebramos la vuelta de la Luz y nos conectamos con nuestra Luz Interior con un ritual de Fuego y un Baño Sonoro.
El solsticio de invierno es la noche más larga del año aquí en el hemisferio norte. El sol entra en el signo astrológico de Capricornio y comienza el invierno. Solsticio significa «sol quieto» y en este momento durante 3 días parece que el sol se queda parado en el cielo. A partir del solsticio de invierno los días se alargan gradualmente y se supera la máxima oscuridad que hay entre Samhain en noviembre y el solsticio de invierno (también llamado Yule). Es un momento de introspección, renovación y esperanza.
La celebración del Solsticio de Invierno es una de las celebraciones de invierno más antiguas del mundo. El fuego era una parte integral de la celebración del renacimiento del Sol. Se hacían hogueras en los campos y ofrendas a los árboles y plantas.
Programa:
Empezamos a las 17:30hs y terminamos sobre las 21hs
Si quieres quedarte a cenar después del ritual trae algo para aportar a la cena común.
Para todas las edades.
Aportación: Aportación consciente
Qué traer:
Ropa de abrigo, esterilla si tienes, linterna, y algo para poner en el altar.
Reserva tu plaza, te esperamos
Carola y Hermine
La Rueda del año
La Rueda del año simboliza el ciclo anual que refleja la sucesión de las estaciones y sus celebraciones. Hay 8 fiestas, llamadas Sabbats , en la Rueda del Año. Los Sabbats menores son Ostara, Litha, Mabon e Yule en los solsticios y equinoccios, marcando el comienzo de una estación. Los Sabbats Mayores, Imbolc, Beltane, Lughnasadh y Samhain, son las fiestas de fuego en que las energías de cada estación se encuentran en su punto máximo de poder.
El periodo entre Samhain y Yule es la temporada oscura, son los días de mayor intensidad del invierno y menor cantidad de luz solar. El Dios que se murió en Samhain a principio de noviembre, renace en Yule. La débil calidad de la luz solar durante estos días aún cortos está simbolizada por el Dios en su infancia, recién nacido y necesitado de apoyo antes de que pueda volver a su pleno poder. La Diosa, que ha estado en su aspecto de Crone, Anciana, estos últimos meses, está ahora de nuevo en su aspecto de Madre, habiendo dado a luz al Dios. Ella representa a la Tierra, permaneciendo quieta y en silencio por un tiempo mientras descansa de su trabajo.