El domingo 16 de noviembre 2025 a las 12:00hs es el encuentro del círculo de mujeres Las 13 Lunas aquí en la Sierra de las Villas.
Bailamos y exploramos nuestra feminidad en todas sus facetas! Seguimos la Rueda Medicina de las 13 Madres Originales del Clan y trabajamos con el ciclo de Venus y las posiciones actuales de los planetas.
Abierto a todas las mujeres con ganas de compartir, explorar y bailar.
Porfa llegad a tiempo, para tener tiempo a hacer todas las cosas que nos están llamando.
Cada una aportará algo a la comida común.

LA MADRE DEL CLAN

Mujer orgullosa (Guardiana del liderazgo y custodio de los Caminos Nuevos. Madre de la belleza y la gracia, custodio de Renovación y Perseverancia. Guardiana de la Impecabilidad Personal y todas las formas de Poder Interior…. y la que nos enseña cómo expresar la Verdad)
NOS ESEÑA…
Cómo podemos ser lo mejor posible sin dejar de atrevernos mostrar nuestro lado vulnerable y humano. Cómo podemos mantener nuestro cuerpo y espíritu flexibles y en buena condición por el movimiento y la reflexión. Cómo buscar y encontrar caminos nuevos para crecer y aprender, y cómo guiar a los demás por servir de ejemplo. Cómo podemos desarrollar nuestra fuerza interior. Cómo atraer y soltar. Cómo expresar la verdad.
El mito de la diosa Inanna y el ciclo de Venus

El ciclo de Venus tiene una geometria perfecta. En 8 años Venus crea una estrella de 5 puntas en su danza con la Tierra en su orbita alrededor del Sol.
Por seguir el ciclo de Venus nos conectamos con una sabiduría ancestral y honramos la conexión armoniosa entre el Cielo y la Tierra. Bajo la guía de Venus revelamos y corporeizamos nuestra verdadera esencia divina. Somos parte de una fuerza creativa y divina.
La estrella de 5 puntas y el patrón creado por el ciclo de Venus también se conoce como la rosa de Venus. Su geometría está relacionada con la geometría sagrada, la media áurea y la secuencia de Fibonacci. La proporción 1.6, atribuida a la media áurea, es la proporción divina, la belleza de los patrones de crecimiento que se despliegan en la naturaleza y se puede encontrar a lo largo del ciclo de Venus y la geometría de un pentáculo.
1 ciclo sinódico de Venus = (584 días año de Venus / 365 días año de la Tierra) = 1,6 años
5 ciclos sinódicos de Venus en 8 años 5/8 = 1,6
13 revoluciones de Venus en 8 años terrestres 13/8 = 1,6

La astróloga Melanie Reinhart escribe en su web sobre Venus y el mito de Inanna:
¨Para la cultura Sumeria, el planeta Venus era una personificación de Inanna.
El mito de Inanna puede leerse como un calendario de los movimientos de Venus, ya que traza sus apariciones y desapariciones periódicas en los cielos del amanecer y del atardecer.
En la antigua Sumeria Venus era venerado como una personificación de la diosa Inanna, alabada como «Reina del Cielo y la Tierra». El mito de Inanna es una conmovedora historia sobre el alma que madura desde el amor personal al amor transpersonal, a través de la búsqueda interior y el duelo. Es una alegoría de los movimientos visibles del planeta y también describe el significado de Venus en la astrología.
El mito de Inanna
Inanna ha arrancado un único árbol de las caóticas aguas del diluvio que marcan el comienzo de los tiempos. Día y noche lo cuida, en una vigilia solitaria, añorando a su consorte y su trono. Inanna se convierte en reina, pero solo después de haber recibido de su padre la herencia espiritual en forma de cualidades necesarias para cumplir su papel. También tiene que mantenerse firme frente a su padre cuando este intenta recuperar el regalo que le ha dado. Finalmente, Inanna conoce a Dumuzi, el humilde joven pastor que será su marido. Al principio ella lo rechaza, pero finalmente cede cuando él defiende con orgullo su causa. A continuación se produce la unión extática de la joven reina y el pastor, que se convierte así en dios-rey y ocupa el trono junto a ella. Después de esto, Dumuzi exhorta a Inanna: «Déjame ir, hermana, déjame ir…».
El descenso
Inanna desciende al inframundo para asistir a los ritos funerarios de Gugulanna, el «Toro del Cielo», esposo de su hermana Erishkigel. Se trata de una conmovedora representación de la fase de cualquier relación en la que, tras el primer éxtasis de la unión, se instala el dolor por la pérdida del ideal. Un momento peligroso de separación, sin duda, en el que los «demonios» de la culpa y la recriminación acechan a los incautos que buscan aferrarse a la condición de estar unidos con otro como madre e hijo. El descenso de Inanna representa la sabiduría suprema del viaje femenino: ella desciende al lugar del dolor, aceptando el duelo que inevitablemente acompaña a la pérdida de nuestras ilusiones sobre alguien, y de hecho sobre nosotros mismos, en una relación.
Inanna debe ceder los símbolos de su poder terrenal en cada una de las siete puertas que conducen a la morada de Erishkigel. Aunque protesta, finalmente se rinde. Una y otra vez le repiten: «Calla, Inanna, los caminos del inframundo son perfectos y no deben cuestionarse». Su corona, su collar, su pectoral, su vara de medir y, finalmente, su manto deben desaparecer hasta que se queda desnuda ante su angustiada hermana, que, por supuesto, es también su «otro yo». Aquí está la historia de Géminis: la dualidad, el encuentro con la sombra, la imposibilidad de mantener la unión ideal. El descenso de Inanna a través de las siete puertas también simboliza la energía que desciende a través de los siete chakras principales en un proceso de purificación. Nuestros logros mundanos son un obstáculo en este viaje interior y debemos renunciar a nuestro apego a ellos. En el chakra base, la raíz, se encuentra nuestro más profundo sentimiento de desesperación, ya que aquí reside la ilusión más densa de nuestro aislamiento espiritual y todo nuestro duelo incompleto. Es el lugar de la inconsolabilidad, donde nos aferramos al dolor familiar en lugar de liberarnos en el Vacío de lo Desconocido.
Erishkigel fija su «Ojo de la Muerte» en Inanna, que muere y la cuelgan de un gancho para que se pudra. Mientras tanto, Inanna ha tomado la precaución de pedir a su sirvienta que envíe ayuda si ella no regresa. Se da la voz de alarma. Enki, el dios de la Sabiduría y las Aguas, acude en su ayuda con pequeñas criaturas hechas de la tierra que tiene bajo sus uñas. Se cuelan desapercibidas en el inframundo y se acercan a Erishkigel, para presenciar y hacerse eco de sus gemidos y lamentos, afirmando su sufrimiento. La llamada y la respuesta de su compasión finalmente ablandan el corazón de Erishkigel, y ella les ofrece un regalo a cambio de su amabilidad. Inmediatamente, solicitan el cuerpo de Inanna, sobre el que rocían las aguas de la vida. Y he aquí que Inanna vuelve a la vida.
Regreso y rescate
Cuando Inanna se prepara para salir del inframundo, los jueces del inframundo la detienen y le dicen que, para poder continuar con su vida en el mundo superior, debe enviar a un sustituto. Sale rodeada de una nube de demonios, mirando a su alrededor con horror. ¿A quién condenará al inframundo? ¿A sus hijos? ¿A su fiel sirvienta? No puede hacerlo. Entonces ve a su antiguo consorte Dumuzi ocupando el trono que había ganado gracias a su matrimonio. Él ha sido ajeno a su sufrimiento. Inanna entonces fija su «Ojo de la Muerte» en él. Dumuzi huye al desierto, pero finalmente los demonios lo alcanzan y sucumbe a su destino. Dumuzi ya no está. Se eleva un gran lamento mientras Inanna llora la pérdida de su marido por su propia culpa. Entonces Inanna ve a la hermana de Dumuzi, fuera de sí por el dolor, y su corazón se conmueve. No puede revertir su decisión, pero decreta que, la mitad del año Dumuzi pasará en el inframundo, pero podrá regresar a la Tierra durante la otra mitad. El ciclo de destrucción se rompe, la venganza se apacigua y el perdón puede comenzar. La energía purificada se eleva e Inanna se convierte en Reina del Cielo, ennoblecida por el sufrimiento y la pérdida. La última línea de este exquisito poema es «¡Santa Erishkigel! ¡Grande es tu nombre!». Se nos recuerda que los misterios de la transformación, de la muerte y la resurrección, son el contrapunto necesario al brillo del mundo diurno. La nueva vida comienza en la oscuridad…¨

El descenso de la diosa Inanna al inframundo, el ciclo de Venus
Siguiendo el viaje cíclico de Venus con referencia a la antigua historia de la diosa Inanna procedente de antiguas tablillas de arcilla sumerias, honramos el paso de Venus por el cielo como un camino para recuperar la energía femenina a través del descenso y ascenso por los siete chacras, guiadas en este ciclo por la energía arquetípica de Venus en Aries. Venus es el principio femenino de la creación en hombres y mujeres.
Venus en Aries es la amazona, independiente, iniciadora, guerrera por una buena causa. Defiende lo que es correcto, defiende a la Madre Tierra y a los inocentes. Su sombra es que está centrada en sí misma, sin ningún servicio real, luchando sin ninguna causa real, sin compasión ni sentimiento por los demás.
Descendemos voluntariamente y con consciencia al inframundo cíclicamente, sabiendo que siempre renacemos.
El 23 de mayo Inanna pasó por el primer portal y empezó su descenso al inframundo. Ahora Venus ya está muy bajo en el este en el cielo de la mañana antes de la salida del sol. El séptimo portal de descenso se abre el 19 de noviembre y Venus/Inanna entra al inframundo el 25 de noviembre cuando Venus desaparece en los rayos del sol. Esto puede variar según el lugar donde te encuentres en el mundo, pero más o menos es cuando Venus está a menos de 10 grados de distancia del Sol. La conjunción exterior de Venus con el Sol se hace el 6 de enero 2026, y es la muerte de Inanna. Morir para Vivir.
El séptimo portal de descenso se abre el 19 de noviembre con la conjunción de Venus y la Luna menguante en el grado 16 de Escorpio.
Para poder pasar por el séptimo portal de descenso, el portal del chakra raíz, Innana tiene que entregar su manto real. Ahora ha entregado todos sus objetos de poder y pasa desnuda y vulnerable por el último portal antes de poder entrar en el inframundo.
El portal del chakra raíz tiene que ver con sentirse segura y protegida, las necesidades básicas de supervivencia, tus raíces, tu familia. Tiene que ver con poner limites y saber definir tu espacio personal, estar enraizada y conectada con la Madre Tierra, tener un sentido de pertenencia, saber que hay suficiente para tí o el miedo de no tener suficiente recursos. Puedes tener confianza? Confianza en ti misma en la Madre Tierra y en las leyes cósmicas?
Venus en Escorpio nos habla de sentimientos y deseos profundos, pasión e intensidad, alinear la voluntad con las emociones y sentimientos. Investiga los reinos más profundos como la sombra, los reinos chamánicos de la muerte y el renacimiento, y la sexualidad.
El gran trigono de agua con Mercurio retrógado ya de vuelto en Escorpio en conjunción con el Sol, Saturno y Neptuno ambos retrógados en Piscis y Jupiter en Cancer también retrógado nos ofrece una gran oportunidad para mirar y revelar nuestras emociones, patrones inconscientes y hacer el trabajo personal con la sombra. Podemos obtener una comprensión profunda de lo que realmente está sucediendo en nuestra vida. Con Mercurio en oposición con Urano también puede surgir información un poco incomoda. Por otro lado las semillas que estén listas para ser sembradas ya están a punto de revelarse.
Arte de Leah Marie Dorion

La artista mestiza Leah Marie Dorion comparte las enseñanzas de la luna a través de su detallada pintura y poesía. Importantes para la sabiduría de las mujeres indígenas y el conocimiento cultural tradicional, las enseñanzas sobre la luna honran a las mujeres como dadoras de vida vitales. La luna, conocida por muchos Ancianos como “Nuestra Abuela”, marca el paso del tiempo. Proporciona sabiduría, confort, protección y fuerza desde su posición sobre nosotros en el cielo. A través de su trabajo, Leah Dorion restaura las enseñanzas de las mujeres indígenas y nos conecta a los ciclos de las leyes naturales sagradas y curativas.

